Ingredientes:
260 gr. de harina de trigo.
110 gr. de azúcar moreno.
1 cucharadita de levadura química.
1/2 cucharadita de bicarbonato sódico.
1/4 cucharadita de sal.
2 yogures de soja.
70 ml. de aceite de girasol.
2 cucharaditas de NO EGG (Orgran).
1 cucharada de agua.
1/2 cucharadita de extracto de vainilla.
130 gr. de fresas, lavadas y cortadas en trocitos pequeños.
150 gr. de vegadelphia (o algún queso vegano de untar).
40 gr. de azúcar moreno.
Azúcar glass (para espolvorear).
Preparación:
Precalentamos el horno a 180º, calor arriba y abajo con ventilador.
En un bol, mezclamos el vegadelphia con los 40 gr. de azúcar moreno hasta conseguir una crema suave. Reservamos.
Lavamos y cortamos las fresas. Reservamos.
En otro bol mezclamos los ingredientes secos (harina, azúcar moreno, levadura, sal y bicarbonato).
En un cuenco mezclamos las dos cucharaditas de NO EGG con la cucharada de agua y lo batimos bien.
En un bol ponemos todos los ingredientes húmedos (aceite, vainilla, yogur y huevo), y batimos con varillas hasta obtener una crema suave y lisa.
Incorporamos los ingredientes secos y los mezclamos con ayuda de una espátula de silicona, con movimientos envolventes.
Añadimos las fresas a la mezcla y terminamos de mezclarlo todo. Quedará una masa bastante densa.
Rellenamos los moldes hasta la mitad, ponemos una cucharada de vegadelphia, y añadimos más cantidad de masa, hasta aproximadamente unos 2/3 de su capacidad. Terminamos poniendo un poco más de vegadelphia por encima y metemos al horno.
Horneamos durante unos 25-30 minutos o hasta que estén doraditos por encima y al pinchar con un palillo, este salga seco.
Cuando estén hechos, los sacamos y los dejamos enfriar sobre una rejilla.
Cuando estén completamente fríos, espolvoreamos la superficie con azúcar glass.
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